A veces, lees algo conmovedor y precioso a la vez. A veces, una tragedia vital puede sacar lo mejor de nosotros mismos. En este sentido, he añadido una coletilla a mi último post Pantallazos. Creo que merece la pena leer este extraordinario ejemplo de literatura epistolar.
Aviso para email-navegantes: os coloco otro pantallazo, pero ESTE de lo que he puesto en verbesos@gmail.com
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