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En ocasiones, a alguien le cuelgan el "sambenito" de ser un profesor que suspende a muchos alumn@s. Es lo más simple, lo más sencillo, lo más socorrido por algun@s que no entienden que hay que tener ganas y poner tiempo para poder aprobar. Por no hablar del tópico estudiantil de "los profes me tienen manía". Esas personas miran las estadísticas y sacan conclusiones sin reflexionar sobre otros parámetros como, por ejemplo, que esta asignatura es una de las tres más importantes y complicadas, que son temas que deben comprenderse desde primaria para poder llevarlos al día, que es importante saber analizar oraciones, que ponemos especial hincapié en las faltas ortográficas... o que algunos alumnos la despejan de sus objetivos por su presunta dificultad. Si estas personas preguntan por el inusual número de suspensos, que piensen que también se podría preguntar sobre su permisividad e ineficacia para que sus vástagos suspendan otras asignaturas, amén de ésta.
Por lo que a mi respecta, decir que estoy satisfecho porque l@s alumn@s han entrando en la dinámica del curso, con exámenes reflexivos y no memorísticos, y ya entienden que los apuntes en esta web son de mero repaso (y no panacea de última hora) de los temas impartidos en clase. Actualmente, los datos referidos a la segunda evaluación de 4º ESO, con la recuperación incluída y teniendo en cuenta a los 5 alumnos "pasotas", queda como sigue: 36 alumnos aprobados [57 %] y 27 suspensos. En 1º de Bachiller, tras la recuperación, son 19 aprobados [68 %] y 9 suspensos. Vamos y vamos, para que se rasguen las vestiduras los fariseos que siempre dan "el cante".
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